XII Jornada Diaconado Permanente

NOTA DE PRENSA

LA DIÓCESIS CELEBRA LA XII JORNADA DEL DIACONADO PERMANENTE CON UNA ORACIÓN ESPECIAL POR LAS VOCACIONES A ESTE GRADO DE MINISTERIO ORDENADO

Desde la Comisión Diocesana se recuerda la “importante labor pastoral” que llevan adelante los cinco diáconos permanentes y se ruega a los fieles que a pesar del confinamiento recen desde sus casas por esta intención

León, 15 de mayo de 2020

La Diócesis de León celebrará este próximo domingo día 17, VI Domingo de Pascua, la XII edición de la Jornada Diocesana del Diaconado Permanente con una petición especial para que todos los fieles, desde la comunión espiritual y a pesar del cierre de templos, realicen una oración especial por los diáconos y por las vocaciones a este grado propio del ministerio ordenado.

En la actualidad, según informa la Comisión Diocesana para el Diaconado Permanente, en la Iglesia de León son cinco los diáconos permanentes que desarrollan “una importante labor pastoral”, mientras otros cuatro candidatos se encuentran en el proceso de formación, dos de los cuales ya han solicitado el rito de admisión a la órdenes, mientras otro se prepara para recibir la institución en el ministerio del lectorado al concluir el presente curso.

GRADO DEL MINISTERIO ORDENADO

El objetivo de esta Jornada, que en esta duodécima edición se celebra en las extraordinarias circunstancias impuestas por la alerta sanitaria del coronavirus, con los templos cerrados y el culto suspendido, a excepción de las parroquias de la Unidad Pastoral de Riaño, es dar a conocer la figura del diácono permanente como un grado propio del Ministerio ordenado que configura a quien lo recibe como servidor de la comunidad cristiana, habilitado para llevar adelante tareas pastorales que el obispo le encomiende, en comunión con él y con los presbíteros y consagrados, y en estrecha conexión con los seglares comprometidos en la Iglesia.

La vocación al diaconado permanente permite a cristianos varones, solteros a partir de los 25 años, o casados a partir de los 35 años y con cinco años de matrimonio que sientan la llamada de Dios, iniciar un periodo de discernimiento tras la presentación como candidato por parte de su párroco al obispo. Superado favorablemente este tiempo de reflexión el candidato al diaconado podrá ser admitido a los ministerios e iniciará un tiempo de formación en estudios superiores eclesiásticos de tres cursos, que concluirá con un periodo de práctica pastoral antes de culminar con la ordenación diaconal.

El Concilio Vaticano II decidió la instauración del Diaconado Permanente, con gran arraigo en la Iglesia primitiva, como un grado propio del Ministerio ordenado y en el año 1997, por iniciativa del entonces obispo Antonio Vilaplana, en la Diócesis de León se reinstauró la figura del diácono permanente y ese mismo año recibió la ordenación diaconal el primer integrante del diaconado permanente de la Diócesis, que en la actualidad forma parte del equipo pastoral que atiende la Agrupación Parroquial ‘San José’. Ya en el año 2010, por empeño del obispo Julián López, la Diócesis decidió impulsar este Ministerio ordenado con la puesta en marcha del Plan Básico de Formación para el Diaconado Permanente, con un periodo de estudios de cinco años para la formación humana, espiritual y teológica y para la práctica pastoral, que ya han completado los cinco diáconos permanentes que se han ordenado entre los años 2015 a 2018 y que en estos momentos desarrollan su ministerio en la Unidades Pastorales de Garrafe de Torío, Sena de Luna y Sahagún.

MISIÓN DEL DIÁCONO

El diácono ordenado asume las misiones que la Iglesia le encomienda. Así, al servicio de la Palabra de Dios anima la catequesis; promueve y sostiene actividades apostólicas con laicos, particularmente en el ámbito familiar; y preside la celebración de la Palabra. Al servicio de la Eucaristía y de los sacramentos el diácono asiste, durante las celebraciones litúrgicas, al obispo y al presbítero; preside las celebraciones del bautismo, matrimonio, exequias, Liturgia de las Horas, exposición eucarística…; distribuye la Eucaristía, en la misa o fuera de ella, y lleva la comunión a los enfermos y el viático a los moribundos. Y al servicio de la caridad y de la comunidad eclesial el diácono anima el servicio caritativo, preocupándose por los más pobres y marginados; atiende la pastoral de enfermos, ancianos y todo tipo de obras asistenciales; y sirve a la comunión junto al Obispo, a los presbíteros y a los laicos y consagrados.

PLAN DIOCESANO DE FORMACIÓN DEL DIACONADO PERMANENTE

En la actualidad la Diócesis de León cuenta con cuatro candidatos al diaconado permanente que forman parte de los cursos de Plan diocesano de Formación del Diaconado Permanente. Según el obispo Julián López, en la Diócesis de León es preciso “contar con más diáconos permanentes sobre todo porque debemos responder a los designios del Señor que suscita vocaciones y disponibilidad para muchas otras tareas pastorales que deben ser ejercidas de manera estable y con lo que significa la experiencia de los seglares en aspectos como el matrimonio, la familia, o el trabajo profesional”. En este sentido, Mons. López Martín subraya que “esta dedicación pastoral estable supone una verdadera vocación que todos hemos de tener en cuenta en nuestras preocupaciones pastorales, en la Oración por las Vocaciones y en nuestros respectivos compromisos apostólicos: los presbíteros y diáconos apreciando y apoyando de verdad este ministerio y procurando suscitar estas vocaciones; y los fieles laicos que se siente Iglesia diocesana, valorando también esta posibilidad real por lo menos en la oración y estima, abiertos incluso a responder a una posible llamada del Señor”.

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