Manual de Estilo.

Prólogo

La Cámara de Comercio e Industria de León, siguiendo su implicación retomada en el año dos mil tres, con la tradición popular más antigua y arraigada de entre las que contamos, quiere homenajear a las “Manolas” editando un libro de estilo, que lejos de tener otras connotaciones pretende defender la elegancia y el buen gusto, del que siempre han hecho gala las “Manolas de León”, orgullo de nuestra Semana Internacional.

Este trabajo de recopilación y redacción realizado de manera altruista y desinteresada por Dña. Sonia Alonso Álvarez, a la que agradecemos su gesto, en su doble, o triple condición, de Titulada de Grado en Protocolo y Organización de Actos, “Papona Leonesa” y “Mujer de Mantilla”, sólo tiene la pretensión de servir de guía a las generaciones venideras, que especialmente en los últimos años han recuperado algo tan nuestro en los desfiles procesiones como es, la manola.

Desde la Cámara seguiremos apoyando cuantas iniciativas, siempre desde el respeto a los valores y tradiciones de nuestra Semana Santa, redunden en beneficio y esplendor de la misma.

Pablo San José Recio

 

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Historia de la Mantilla

Según la definición del diccionario de la RAE Mantilla (Del dim. De manto).f. Es una prenda de blonda, lana u otro tejido, adornado a veces con tul o encaje, que usan las mujeres para la cabeza y los hombros en fiestas o actos solemnes.

Cuentan los expertos que el origen de la mantilla, prenda tradicionalmente española, se sitúa en los velos o mantos que portaban antiguamente las mujeres iberas, allá por el año 500-300 a.de C. Las mujeres (principalmente hispanas) del imperio romano, año 29 a.C. al 476 d.C., lo utilizaban como parte de su atuendo, símbolo de su estatus social y económico.

En el siglo XVII parece que ya era habitual utilizar la mantilla de encaje como prenda distinguida, cayendo en desuso el paño y otros materiales más toscos. En algunos cuadros de Velázquez ya aparecen las primeras mujeres ataviadas con esta prenda. Su uso no se generalizó entre las damas de alta posición hasta bien entrado el siglo XVIII tal y como se aprecia en numerosos cuadros de Goya. Su mayor raigambre se alcanzó en el siglo XIX potenciado por la reina Isabel II quien contribuyó a su expansión, pasando a formar parte del atuendo de las damas de la nobleza para asistir a numerosos actos.

Llegó a tener tanto arraigo que durante el reinado de Amado I de Saboya, esta prenda se convirtió en un símbolo de descontento hacia él y hacia su esposa, María Victoria, así como sus costumbres; de tal manera que las mujeres se manifestaron por las calles ataviadas con mantilla y peineta en lo que se dio a conocer como “la conspiración de las mantillas”.

En el siglo XX la mantilla negra quedó reservada exclusivamente para los actos religiosos. Se utilizaron unas pequeñas llamadas velos para asistir a misa y es en este siglo cuando se impone su uso para asistir a los santos oficios, visitar sagrarios y contemplar las procesiones del Jueves y Viernes Santo.

La mantilla es una tradición que identifica a la mujer española en el mundo y que ha propiciado la creación de verdaderas obras de arte que se conservan en las familias generación tras generación. Cuenta con un gran valor simbólico, hasta el punto que por ley no pueden ser embargadas.

El principal complemento de la mantilla es la peina. Su uso se remonta al siglo XIX con el fin de que al ponérsela se elevase la mantilla. Sus antecedentes se encuentran en los tocados femeninos ibéricos, concretamente en las diademas y tiaras cuyas formas y aplicaciones son iguales a la peineta. Estas pueden ser lisas o con dibujos calados. Las de carey o concha han sido sustituidas por materiales sintéticos como el celuloide. Las que más se utilizan son las rectangulares con remate semicircular.

Sonia Alonso Álvarez

 

El presente manual de estilo, surge como guía, recomendación para orientar la presencia de las manolas en los distintos cortejos procesionales que se desarrollan en la ciudad de León.

ORGANIZACIÓN

*Las manolas se ubicarán en la procesión en la posición que los encargados de la misma dictaminen.

*No se deberá permitir la presencia de manolas que no cumplan con la vestimenta, normas o decoro que el presente manual de estilo recoge.

 

VESTIMENTA

Su vestimenta deber de ser adecuada y homogeneizada al máximo, no debiendo permitirse la presencia de personas que por vestimenta o por condición no sean las acordes a las normas.

Se deberá seguir los siguientes criterios a la hora de vestir:

• Se deberá ir ataviada con traje negro liso con manga larga o francesa y por debajo de la rodilla, conocido como largo de cóctel. Es inadmisible la minifalda así como los pantalones, las transparencias, lentejuelas, o mangas cortas.

• Se deben evitar los escotes pronunciados, para ello se llevará cuello a la caja con un ligerísimo escote en pico o redondo. Nunca se descubrirán los hombros ni se usarán tirantes ni escotes palabra de honor.

Será de corte recto ajustado, sin ser excesivamente ceñido (nada de vuelos, tablas o similar). Puede llevar un pequeño corte en la falda para facilitar los movimientos.

En caso de frio, se acompañará de un abrigo de paño (no se pueden llevar pieles de ningún tipo).

• Los zapatos serán negros cerrados, nada de sandalias o plataformas. De tipo salón sin hebillas ni adornos. El tacón a una altura media (5-6 cmts) y ancho de apoyo.

• Las medias serán negras y lisas sin encajes ni dibujo alguno y no excesivamente tupidas (unos 20 dns).

• La mantilla conviene sujetarla directamente a los hombros para mantener su efecto de encuadre. Su sujeción a la peineta será discreta. El broche, que sirve para sujetar la mantilla a la peina por detrás en la parte de la nuca, ha de ser de plata, oro blanco o bisutería.

• El pelo deberá ir recogido en un moño, nunca deberá ir suelto. Si por el largo no fuera posible se hará uso de un postizo.

• El maquillaje será discreto evitando las sombras y lápiz de labios llamativos.

• Las joyas, igualmente serán discretas y sencillas, preferentemente blancas. También se admite el azabache pero nunca los corales. Puede llevar una gargantilla a juego con los pendientes, cadena con una cruz o también collar de perlas.

• Los complementos se pueden acompañar de un rosario de plata o azabache. Tambien se admite poder portar un misal o pequeño libro de oraciones.

• Los guantes, de encaje o terciopelo, serán cortos a la muñeca. Por lo que respecta al bolso será tipo cartera de tamaño pequeño y de color negro o carey y sin adornos.

• En algunas cofradías es costumbre que las manolas porten velas encendidas, y/o medalla o emblema de la Cofradía que organiza el desfile procesional. Para ello atenderán a las observaciones que los responsables de las mismas les indiquen.

 

A MODO DE RECOMENDACIONES FINALES

• Las manolas se ubicarán en el lugar que cada seise de paso o responsable del cortejo procesional determine, de acuerdo con lo acordado por la Junta de Gobierno, u Organizador. Así mismo estipulará el número máximo de manolas que acompañaran a cada paso.

• La disposición (formación) será en función del número de manolas que participen en cada desfile, y en todo caso será responsabilidad de la Junta de Gobierno o persona y/o personas en quien delegue esa potestad.

• Se abstendrá de charlar con las personas que las rodean, manteniéndose atentas a las indicaciones que les hagan y ayudando al buen discurrir de la procesión.

• Al procesionar, se debe tener en cuenta que es un acto de extremada devoción y de un momento de gran recogimiento, por lo que el porte deberá ser sobrio, serio y en silencio.

“Homenaje y Reconocimiento a las Mujeres de Mantilla de León”

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Editado por la Cámara de Comercio e Industria y Servicios de León Marzo de 2015 Propiedad de la Obra Sonia Alonso Álvarez Titulada de Grado en Protocolo y Organización de Actos Universidad Camilo José Cela – Madrid