PENA LA CALLE HERREROS

PENA LA CALLE HERREROS

Pena la calle Herreros —sumida en un estrepitoso silencio— la ausencia de una madre; Virgen del Mercado, Piedad leonesa.

¿Recordáis en este día la calle atestada de bullicio, de reencuentros, de los sones de Angustias uniéndose al repiqueteo de las campanas, de cera orando al cielo y del fervor de un pueblo?

Pero no os resignéis con estos tristes recuerdos; adentraos en el interior del templo y ante esa talla de madera —que tanto dolor contiene— escucharéis el amor de una madre, desaparecerán los miedos y volveréis a vivir esos inolvidables momentos.

Oiréis los campaniles y las salves rompiendo el silencio mientras la madre de Dios se aleja en su caminar por calles cuajadas de historia y devoción. La pujaran, con amor eterno, las almas de papones penitentes. Oleréis la cera y el incienso y la arropará una ferviente ciudad que anhela ser aire fresco para sus penas.

Desde la blanca estela de la luna de primavera caerán mil estrellas pugnando por acariciar su manto.

Y todo ello se mezclará creando un momento tan mágico, que volveremos de nuevo a rozar el cielo.

Papones, paponas, hoy es Viernes de Dolores. A pesar de estos duros momentos, que el desánimo nunca nos arrebate nuestra Semana Santa.

ELVIRA VILLAFÁÑEZ

Papona y bracera

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