El próximo 30 de octubre se celebra la festividad San Claudio, uno de los primeros santos leoneses, que da nombre al barrio y a la parroquia donde radica la cofradía de la Bienaventuranza. Y la penitencial se une a la comunidad parroquial en su conmemoración, que este año se vivirá de forma especial el próximo domingo, día 29.
A partir de las 11:30 h., la agrupación musical de la cofradía realizará un pasacalles por el barrio, que finalizará a las puertas del templo parroquial aproximadamente media hora más tarde. Será entonces cuando la imagen de San Claudio procesione por las calles del barrio, culminando con la celebración de la eucaristía a las 12:30 h.
En el transcurso de la misma se oficializará el relevo en la abadía, cuando la hasta ahora máxima mandataria de la cofradía, María José González Chamorro, ceda su lugar a Juan Carlos González Marcos, llamado a regir la penitencial durante los próximos dos años.
La jornada finalizará con un breve concierto de la Agrupación a las puertas de la iglesia, que dará paso a la habitual comida de hermandad que pondrá el punto final a la celebración de la festividad anual de la Bienaventuranza.
Juan Carlos González Marcos
Juan Carlos González Marcos (León, 1963) llega a la cofradía del Santo Cristo de la Bienaventuranza con el cambio de milenio, a raíz del nuevo paso –un Nazareno, cedido por la parroquia de San Pedro de Boñar– que había procesionado el Jueves Santo, y del que es uno de sus braceros.
González Marcos no desciende de familia de papones, no pertenece a ninguna otra cofradía, y tampoco es vecino de San Claudio; pero se imbuye desde el primer momento de lo que ‘significa’ la Bienaventuranza, implicándose rápidamente en el día a día de la cofradía tanto en el grupo de montaje como, más tarde, en la junta de gobierno.
Tras haber sido seise de los pasos de Nuestro Señor Jesús Nazareno y del Santo Cristo de la Bienaventuranza, y también de la agrupación musical, afronta estos dos próximos años al frente de la cofradía con la firme intención de consolidarla, de hacer más intensa la vida de hermandad y de fortalecer su labor en la parroquia y en el barrio de San Claudio.