El caso es que los papones, especialmente los papones rancios, no soportamos muy bien esta época del año, y aquí es donde empieza a funcionar el ingenio, porque si alguien de nuestra familia menos amante (o nada) de las cofradías nos pilla “paponeando” ahora que el sol aprieta, enseguida nos colgará la etiqueta de “friki”, y como digo yo… cada loco con su tema.
Lo primero que el papón incansable hace al iniciarse el verano es su pequeña selección de marchas, guardándolas en el mp3 o en el móvil (que hoy en día como sabéis la tecnología avanza muy deprisa), creará una carpeta que contenga las más famosas, o las que traen aromas de otras tierras, que también hay muchos de ese palo, esas que te provocan unas irresistibles ganas de gritar “¡¡¡Un, dos, tres, arrrrrrriba!!!”· ante la mirada atónita de tu madre, que clama al cielo diciendo que esas cosas no son de persona normal, porque os aseguro que los hay que van silbando alguna de esas marchas y hacen que pujan con la primera barandilla que se cruzan…
Y como no, una pequeña selección de vídeos de youtube que el papón incansable intentará ver en un ratito de tranquilidad, pero es que claro, lo mismo ese momento puede ser a las cuatro de la tarde y con cuarenta grados a la sombra en la terraza del hotel, no hay momento malo para ver la entrada en la Plaza Mayor del Nazareno el Viernes Santo….
Son fechas en las que uno pone en orden la habitación y es allí donde el papón guarda tesoros que durante el año ha ido amontonando desapercibidamente, salen a la luz entonces boletines, revistas, algún que otro recorte, en definitiva, otro montón de cosas a las que hay que ir haciéndoles hueco en el tiempo mientras transcurre el calendario de estos meses estivales; y no os penséis que para nada supone un mal trago eso para el “paponazo” de turno, más bien todo lo contrario.
No pueden faltar, por supuesto, alguna “pastillita” de carbón y un poquito de incienso para crear ambiente, aunque eso sí que será utilizado en los “momentos extremos”, es decir, cuando al papón incansable le pueda excesivamente el mono de “paponina” y por supuesto cuando no tenga nadie alrededor, que ya hemos dicho lo que pueden pensar otros de estas aficiones tan particulares.
En definitiva, los hay que ya tienen preparado su “kit cofrade del verano” listo para sofocar hasta las peores tardes de calor más agobiante, amigos y amigas; qué complejo es este mundillo de las cofradías… y qué particulares nos hace.
RECOMENDACIONES PARA EL PAPÓN EN VERANO:
– No pongas marchas cofrades en el coche de camino a la playa ni en la piscina, descansa de ellas, el oído necesita otros estímulos.
– No visitéis webs cofrades desde el móvil o la tablet en vuestro lugar de vacaciones, ni Portal Papones, ni La Horqueta, ni El Rincón Cofrade, pocas novedades puede haber hasta septiembre.
– No pretendas hacer un paso con arena, es imposible por mucho que intentes poner las conchitas emulando las figuras del Descendimiento.
– Si vas de viaje y visitas iglesias, macho, no te pongas a hacerle fotos a todos los Cristos y Vírgenes para enseñárselas a tus amigos al regreso. Sé selectivo.
– Si en el puerto lees, “Cofradía de pescadores” date la vuelta, allí no hay amantes de la Semana Santa, solo pescadores reparando los aparejos.
– Olvidaos del incienso, el incienso tiene que ser malo en cantidades como algunos lo respiráis; es más, creo que los saquitos de incienso deberían incorporar las advertencias de que provoca paranoias mentales. Dale un respiro a tu pulmón.
– No, las plumas de gaviota nunca podrán ser como el penacho del casco del Romano de Minerva, deja de hacer el idiota con ellas en la cabeza.
– No utilicéis en la playa las llaves para hacer la parte famosa de “Campanilleros” que toca la Banda de Música de JHS, te mira todo el mundo.
– Usa sombrilla; no es el Guón de una cofradía, ni el palo la vara en la que pujas, y tampoco es para protegerte del Sol, sino de los papones. Están por todos lados, salen del agua de repente o de la arena de estar enterrados y te aburren contándote insustanciales cuestiones que se puedan dar en verano en su Cofradía.
– Si te has propuesto leer en verano, deja los libros de Semana Santa. Solo podrán provocarte ‘pesadillas cofrades’ o que te vuelvas ‘tonto de capirote’.
-¡Ah! Y lo más importante: las toallas ni son costales (que en León no se llevan), ni las capas del Divino ni de Sta Marta, dejad de hacer el gamba por la playa…..
¡¡Feliz Verano a todos!!
